martes, 22 de octubre de 2013

No estás sola, la sociedad te acompaña

Washington Área  Metropolitana

“No estás sola, denuncia, no tengas miedo”.  Probablemente  estas, entre otras  muchas palabras de ánimo  y valentía, serían las palabras que Andrea Arias (colombiana)  hubiese pronunciado hoy en el Encuentro del Círculo de Mujeres Unidas en Acción, desarrollado como inicio del mes del activismo en contra de las violencias basadas en género (VBG). Este grupo de apoyo fue creado por la organización The Family Place  y es liderado por la psicóloga especialista  en asuntos de género        –también colombiana-   Claudia Campos, para seguir batallando desde la sociedad civil contra el flagelo  materializado en cualquier tipo de vulneración a la dignidad, los derechos  y  la vida de las mujeres.



Si, todas y todos lo supimos, ella hubiera querido estar allí para  compartir su fuerte experiencia de maltrato impulsando la campaña  que lleva su nombre “Démosle voz a Andrea”  para  brindar  la voz de fortaleza  para el empoderamiento de las mujeres que aún –por un motivo u otro-  evaden la denuncia  por temor a represalias de sus agresores. Pero ella no estuvo,  aunque quienes asistimos al encuentro de hoy la sentimos más cerca: fue la protagonista de una historia prematuramente inconclusa, luego de que su esposo (un ex militar estadounidense) la asesinara  el pasado 7 de agosto de 2013, como han indicado los medios locales y las primeras evidencias del hecho,  que serán cada vez más claras este jueves 24 de octubre durante la  primera audiencia de imputación de cargos al sindicado.


Este en la teoría se podría tratar de un caso más que se suma  a la larga lista de mujeres que han sido objeto de maltratos, abusos e incluso la muerte. Un caso más “sumado a las noticias de un día y a las estadísticas” como señaló la doctora Campos en su intervención, pero no es así. Andrea  ahora se ha convertido en un símbolo de resistencia de la comunidad latina en el área metropolitana de Washington (y no solo de las y los colombianos en este país)  ante toda forma de violencia  hacia las mujeres  reflejadas en actos misóginos,  ó también como dijeron algunas participantes, de rechazo ”a la  enfermedad silenciosa” a este “otro cáncer social”.



A la actividad asistieron  las cónsules  de Colombia (Libia Mosquera), Ecuador (Janina Smith), México (Rocío Vásquez) y una representante del consulado del Salvador, quienes  asumieron ante quienes asistimos y ante medios locales la consolidación de redes de apoyo  entre  estos consulados para atender a las víctimas sin importar su país de ciudadanía y  su voluntad política representada en la presencia  activa  en los diferentes espacios de sensibilización y prevención  de acciones vulneradoras –además de fortalecer los propios en cada consulado- y de un  NO rotundo al silencio y la indiferencia   de la sociedades, las instituciones  y las representaciones de los gobiernos latinoamericanos en la capital de los Estados Unidos.



Por ahora en el  caso de Andrea resta saber cuál  será el siguiente paso  en este caso. Al mismo tiempo, sigue la lucha de sus familiares por la custodia de  sus dos hijas de cuatro años y nueve meses de edad,  para las cuales  esta historia apenas comienza. 



Con  este caso como abanderado de la situación de miles y miles de mujeres en Colombia, Latinoamérica y en cualquier rincón del mundo,  comenzamos el  mes de activismo contra las violencias basadas en género.